Gianbattista Bodoniel el gran impresor de Turin

Gianbattista Bodoni, es el amante de tipografía más cercano al modernismo, dice: "el encanto debe estar en la letra, que da la impresión de haber sido escritas no a desgano ni con rapidez, sino con sumo cuidado, como un acto de amor"

Gianbattista Bodoni, es el amante de tipografía más cercano al modernismo, dice: «el encanto debe estar en la letra, que da la impresión de haber sido escritas no a desgano ni con rapidez, sino con sumo cuidado, como un acto de amor»

Gianbattista nació en Turín, Italia el 19 de febrero de 1740, de adolescente arrendó el arte de la impresión, pues su padre era un reconocido impresor.

En la época de su juventud se va a vivir a Roma, donde entra a trabajar en la imprenta de la Congregación para la Propagación de la Fe, dentro de la imprenta es aprendiz del director. este toma la decisión de suicidarse. Bodoni luego de este acto decide irse a vivir a Inglaterra, de camino a Inglaterra pasa por Saluzzo a despedirse de su familia, allí sufre una indisposición que le obliga a cancelar su viaje.

Recuperado de su traspié el Duque de Parma lo nombra Director de la Imprenta Stamperia Reale, la misma estaba ubicada en el palacio ducal de La Pilotta, hoy en dia es el Museo Bodoni. Las tareas de Gianbattista son el control de toda la producción e impresión de los libros clásicos, impresos con gran elegancia.

Dentro de esta imprenta se encarga personalmente de la impresión del libro Oratio Demonica de 1806, este libro es el recordatorio del viaje de Papa Pío VII a Francia, el mimo lleva el prologo escrito por Bodoni.

Bodoni

Bodoni logra impresiones de excelencia, esto se debe a la utilización de papeles y tintas de gran calidad, el uso de un registros de impresión muy cuidados e impresiones elegantes. Las impresiones fueron elogiadas en toda europa, entre ellas se destacan los libros Epithalamia exoticis linguis reddita (1775), de Oracio (1791) y Poliziano (1795), la Gerusalemme liberata, el Oratio dominica (1806) y la pulular pero elegante Iliada. Durante este periodo Gianbattista mantuvo correspondencia con el tipógrafo Benjamin Franklin.

1798 Bodoni diseña su propia tipografía, este tipo elegante por naturaleza, es de remates delgados y un gran contraste en sus trazos. Esta nueva familia tipográfica significo una revolución para esta época, siendo esta también un paso adelante hacia los tipos modernos. Lleva su nombre Bodoni.

El 30 de noviembre de 1813 Giambattista fallece en Parma Francia.

Bodoni con el gran conocimiento adquiero de impresor y tipógrafo redacta el Manual Tipográfico, él mismo es publicado en 1818, por su viuda.

El gran Legado

Este manual esta compuesto por un material de alta calidad, la misma calidad a la que Bodoni estaba acostumbrado a realizar. En el mismo se encuentra:

  • 1000 ornamentos y viñetas
  • Más de 600 laminas, caracteres latinos y exóticos, diseñadas por Bodoni
  • Tipos desarrollados minuciosamente creados por Baskerville.
  • Tipos de Fermin Didot (contrincante de Bodini )
  • Lineamientos de la nueva tipografía moderna, constituyendo un modelo coherente y estético de vigencia hasta en nuestros días.

En el prefacio del Manual Bodini escribe los lineamientos básicos sobre tipografía, lineamientos que son perdurables, que constituyen la buena base de la tipografía Moderna, estos son:

La primera es la uniformidad o regularidad de los diseños, que consiste en comprender que muchos de los caracteres en un alfabeto tienen elementos en común que deben permanecer «precisa y exactamente los mismos en cada uno de ellos».

El segundo es la «elegancia y la nitidez», es decir, el buen corte y el acabado meticuloso de los punzones que producen matrices limpias de las cuales pueden obtenerse tipos nítidos y delicados.

El tercer principio es el buen gusto: el tipógrafo debe mantenerse fiel a «una simplicidad nítida» y jamás olvidar su deuda con las mejores letras manuscritas del pasado.

La cuarta, encanto en toda tipografía, afirma Bodoni, es el encanto, una cualidad difícil de definir, pero que está presente en aquellas letras que da «la impresión de haber sido escritas no a desgano ni con rapidez, sino con sumo cuidado, como un acto de amor».